Los
antecedentesBursaphelenchus xylophilus es el causante de la
enfermedad denominada decaimiento súbito o seca de los pinos. Procede de
Norteamérica, donde apenas produce daños, pues las especies de
pino autóctonas allí son resistentes y las condiciones
climáticas no favorecen su desarrollo. Es un organismo de cuarentena en
la Unión Europea, por lo que las administraciones de los diferentes
estados miembros han tomado medidas para prevenir su introducción
mediante inspecciones y muestreos. Sin embargo, en 1999 fue detectado en
Portugal en la zona de Setúbal, y desde entonces se ha establecido un
programa de control en aquel país que no ha logrado evitar su
dispersión a otras áreas, lo que ha incrementado el riesgo de
introducción en España. De hecho, en 2008 se detectó un
árbol afectado en la Sierra de Dios Padre (Cáceres), que fue
inmediatamente eliminado, así como varias hectáreas de pinar del
entorno. En Galicia se ha detectado en noviembre de 2010 en un rodal de
Pinus pinaster del municipio de As Neves (Pontevedra) como consecuencia
de los muestreos intensivos que se llevan desarrollando desde hace más
de diez años.
El nematodo patógenoEn general, los
nematodos son animales
no visibles a simple vista de forma
cilíndrica y estrecha. Habitan en todos los ambientes; los hay de vida
libre, que suelen ser típicos de ambientes húmedos como los
suelos, y parásitos, tanto de plantas como de animales. Poseen una
especie de estilete (similar a una aguja hueca) que, en el caso de los
fitófagos, les permite alimentarse de los jugos celulares de las
plantas. Los nematodos del género
Bursaphelenchus miden de
0,4-1,5 mm y se encuentran en la madera alimentándose de hifas de
hongos. Además,
B. xylophilus se alimenta también de
células de los árboles, por lo que es parásito de los
pinos. Para su transporte de unos árboles a otros están asociados
a insectos que de un modo u otro se alimentan de la madera, y que suelen ser
coleópteros (escarabajos).
El insecto vectorLos principales
vectores de
B. xylophilus son coleópteros de la familia
Cerambycidae (en general, los escarabajos de antenas largas)
pertenecientes al género
Monochamus. Dependiendo del país,
las especies citadas como transmisoras varían. En Portugal, el vector es
Monochamus galloprovincialis, especie también presente en
Galicia, por lo que es de esperar que este insecto sea el transmisor
también en nuestra comunidad. El adulto de
M. galloprovincialis
tiene una longitud de 17-25 mm, su cuerpo es de color pardo negruzco y presenta
manchas irregulares de color grisáceo. Las antenas son largas,
más en los machos, pues sobrepasan ampliamente la longitud de su cuerpo
(en las hembras solo ligeramente). Las hembras depositan sus huevos bajo la
corteza de árboles decaidos o en madera recién apeada. Las larvas
son de color blanco marfil y sin patas; primero se alimentan de la capa
más superficial de la madera y conforme avanza su desarrollo penetran
más al interior, donde siguen alimentándose hasta pupar en unas
cámaras de pupación para transformarse en adultos. El ciclo del
insecto se completa en uno o dos años.
La transmisión
de la enfermedadSe produce tanto a
través de la puesta de huevos del insecto en árboles debilitados
o enfermos como a través de su alimentación. En el primer caso,
si el árbol donde se realiza la puesta está infectado, el estado
de dispersión del nematodo se dirige a las cámaras de
pupación de
Monochamus y se adhiere a su cuerpo, de manera que
cuando se produce la emergencia de los coleópteros, los adultos se
llevan los nematodos. La trasmisión por alimentación se produce
cuando los insectos recién emergidos se nutren de los ramillos
jóvenes de los pinos para madurar sexualmente: los nematodos entran en
ellos a través de las heridas de alimentación. Otro tipo de
transmisión puede deberse al hombre, a través del comercio de
productos madereros con presencia de pupas de
Monochamus y del nematodo.
Los daños y las condiciones necesariasLos
árboles comienzan a manifestar síntomas similares a una
sequía unas tres semanas después de la infección debido al
bloqueo de los canales de resina por los nematodos. Además, los
árboles debilitados atraen a más insectos que se alimentan de
madera, lo que intensifica el daño. La muerte del pino puede ocurrir a
los 30-40 días después de la infección. Para que se
desarrolle la enfermedad es necesario que en la zona existan condiciones de
temperatura suficientes, por encima de 20ºC en los meses más
calurosos del año. Las especies forestales susceptibles a esta
enfermedad son principalmente coníferas del género
Pinus,
pudiendo ser atacadas otras coníferas de los géneros
Larix,
Abies,
Picea y
Pseudotsuga.
Hay
que tener en cuenta que los síntomas que produce no son exclusivos de
B. xylophilus y pueden ser debido a otros problemas sanitarios y
fisiológicos.Las medidas de controlLas Comisión Europea, a
través de diferentes Decisiones, establece las medidas de
actuación que se deben tomar una vez que se detecta la plaga. La
consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia, según lo
previsto en la legislación europea, ha establecido dos áreas de
intervención: la "zona de erradicación", de una extensión
de 1,5 Km de radio alrededor del foco de detección donde se
realizarán labores de erradicación y destrucción de los
árboles de todas las especies sensibles (labores que ya se han
iniciado), y la "zona demarcada", de un radio de 20 Km alrededor de las
coordenadas del punto positivo, donde se eliminarán los árboles
muertos que pudiesen atraer al vector, con lo que se pretende limitar el avance
de la enfermedad. Además, también se realizarán
prospecciones para determinar la extensión real de la enfermedad. Por
otra parte, se ha prohibido la salida de la zona de erradicación y
demarcada de plantas, madera, embalajes y residuos de madera de especies
sensibles sin control oficial. Como medida de control del insecto vector, se va
a realizar un trampeo masivo en torno al foco mediante la instalación y
el seguimiento de trampas de embudos múltiples y de ventana cruzada
cebadas con feromonas específicas y no específicas unidas a
volátiles de pino. Además, como medida accesoria, es recomendable
poner en práctica aquellas actuaciones que lleven a reducir las
poblaciones del vector: mantener un buen estado sanitario en el monte
eliminando pies debilitados y moribundos, no dejar restos de corta en el monte,
eliminar las pilas de madera del monte en el período de vuelo del vector
(o descortezar las trozas si han de dejarse, etc.). El nematodo puede
considerarse erradicado si durante un periodo de 3 años no se producen
positivos en la zona demarcada, con lo que es muy importante adoptar y respetar
las medidas mencionadas.